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Explote como un Volcán

Actualizado: 29 jul 2022


¡Y explote como un volcán!

En estos días he estado observando en diferentes espacios la reactividad y como sin darnos cuenta afectamos a los demás. ¿Te ha pasado esto? ¿Has sentido que tu emoción es tan intensa que explotas como un volcán? ¿Y al explotar crees que te estás conteniendo y luego quienes te rodean te dicen que no es así, que se han sentido heridos, lastimados o con miedo? O por el contrario ¿sientes que tu explosión fue ligera y controlada más la persona que estaba contigo indica que así no lo sintió?

Si es así, percibo que estas letras podrán ayudarnos a entender que nos está pasando y cómo es que en situaciones normales una acción, sutil, suave e inofensiva puede dispararnos una reacción en cadena que da origen a un verdadero desastre natural (¡y personal!), para luego embargarnos emociones desagradables como la culpa, la vergüenza, la inadecuación o el enojo; con un dejo de pensamientos tales como “debí controlarme un poco más”, “¿cómo me descontrolé?”, “¿qué pasa conmigo?”, y “¿ahora cómo reparo la relación?” entre otros tantos.

Para empezar a darle un poco de luz a esta situación, me gustaría continuar con la analogía del volcán. Una de las razones de las violentas e incontroladas explosiones es que se contiene todo bajo presión dentro de él, sin permitir pequeñas vías de escape que puedan ir poco a poco liberando los gases y todo lo que esté comprimido allí.


Es decir, desde afuera se observa un monte calmado, tranquilo, taciturno, cuando por dentro está todo revuelto, intentando mantenerse bajo control con un gran incremento de presión, hasta que surge la furia de la explosión.

Y eso nos pasa a nosotros, creemos que manejamos las emociones cuando las “controlamos” o logramos “mantenerlas ocultas” de los demás (¡y de nosotros mismos!), obligándonos de manera poco humana a tolerar y “comernos” todas las emociones desagradables. Dejamos de procesar nuestras emociones, de dar vías de atención, escucha y liberación de presión, originando una insana contención con su futura y desafortunada explosión.

Y ¿qué podemos hacer?, ¿cómo evitamos esta reactividad ante situaciones inofensivas pero que nos dan la vía para ir “desahogando” la presión acumulada?, y es en este punto en el que siento que nos pueden ayudar algunos tips:

  1. Controlar las emociones sólo nos lleva a un caos reactivo y de consecuencias poco gratas

  2. Aprendamos a reconocer qué nos pasa en el momento que nos pasa y démosle salida a lo que sentimos en ese momento. La presión deja de existir porque ya fue procesada la emoción, ya sea agradable o desagradable.

  3. Si la intensidad de la emoción es muy alta y no corresponde con lo sutil de la situación, tomar consciencia, ser capaz de detenernos y respirar. Aplica la técnica del semáforo:

    1. Si estás en rojo (explosión), retírate de la situación que te genero la reactividad y aplica tiempo fuera, el objetivo es pasar a amarillo. (Así evitaremos arrepentirnos de las palabras o acciones que pueden infligir algún daño)

    2. Si estás en amarillo, aplica técnicas de distracción y de respiración para que puedas llegar al color verde.

    3. Si estás en color verde, antes de regresar a la situación, realiza alguna actividad agradable.

  4. Regresa a tu cuerpo, él te indicará si la emoción está procesada o aún está allí y necesita atención. Escúchalo, ¿sientes el volcán?, entonces regresa al semáforo amarillo.

  5. Date un espacio diario al finalizar el día para realizar un chequeo de cómo estás, qué emoción quedó del día y que necesitas para ir dándole espacio y sea liberado.

  6. Mantente en constante contacto contigo mismo

Como vemos son pequeños pasos que nos pueden ayudar a ir dándole paso a las emociones e ir liberando la presión en el momento correcto, con la intensidad correcta y con el cumplimiento de la función de ayudarnos a crear nuestro propio mundo; dándonos las herramientas para comunicar lo que nos sucede desde la asertividad, evitando el daño de la explosión del volcán.

Recuerda somos seres humanos en proceso de estar en busqueda de nuestra mejor versión, así que escúchate.


Espero que este blog te dé alguna luz para ver la sombra del “control” emocional. Si gustas compartir alguna experiencia o el resultado de la aplicación de estos tips me encantará conocer cómo lo viviste.

Abrazos de todo corazón,

Mile

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