Estos días he estado sumergida en un mar de noticias acerca de pérdidas, muerte y rupturas de relaciones con unos niveles de dolor impactantes de las personas que me rodean, lo que me lleva a una reflexión relacionada con el duelo: como verme a mí misma en estos momentos.
¿Te ha pasado algo similar?, te cuestionas el ¿Cómo verte a tí mismo, en un momento de sufrimiento de los demás? ¿Para qué necesitarías verte, tal vez sería mejor ver por el otro, luego ya habrá tiempo para tí? Y miles de preguntas más que surgen de un deseo profundo: ayudar al otro, que algunas veces se antepone a nuestro propio autocuidado.
En este blog, quiero compartirte como lo he estado viviviendo y compartir contigo algunas de las reflexiones que podrían apoyarte a ti tambien.
Cuando la tristeza e incertidumbre me embarga, con un profundo deseo de detener la rueda del tiempo y poder respirar aire fresco, el camino que inició a comprender es que el autocuidado se relaciona con escucharme, con ponerme atención y en este sentido mirarme profundamente con auto acompañamiento.
Abro paso al silencio, un gran amigo que me permite sentir lo que está en el fondo de mi corazón, en donde la impotencia e incertidumbre es parte de lo que es importante vivir y escuchar. En este lugar, en mí, puedo darme un abrazo largo que me reconforte, decirme palabras que me permitan sentir y dejar el espacio a inundarme en el llanto y la sensación de despedida, de cambio no deseado, de pérdida, de abandono, de ausencia.
Curiosamente, durante esta caída en mi silencio profundo, en esa cueva personal que asusta al inicio y que reconforta al final. Surge ahora sí el deseo de poder estar con el otro desde mi sensación de vulnerabilidad, de poder ser honesta en acompañar sin juzgar, desde la aventura de poder sentarme junto al otro solo para escuchar.
Acompañar en silencio, implica ser honesto consigo mismo y con el otro, puesto que en el duelo nadie tiene la última palabra, sólo el que lo siente, lo vive y lo va transformando en parte de su historia de vida.
¿Entonces, cómo vivir el duelo de quien acompañamos? Siento que, compartiendo la vulnerabilidad del sentir, de que las pérdidas duelen y que está bien por un momento dejarnos caer, sentirnos en nuestra completa humanidad. Para así, aceptándonos podamos recoger y armar nuestros pedazos para salir a flote y transformarnos en seres valientes.
Te invito durante esta época en la que la vida y la muerte están tan presentes en nuestro día a día a sentirte vulnerable, a sentirte en tu totalidad y así poder salir reforzado en vida para acompañar al otro que tal vez también lo necesita.
Espero que estas palabras te ayuden en estos momentos, si necesitas un oído, una palabra, contáctame, será un gusto acompañarte en esta vulnerabilidad; recordando que el autocuidado es la principal vía para poder trascender las emociones en las que estamos navegando.
Un abrazo de todo corazón, aquí estoy para ustedes.
Mile
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